La probabilidad de una recesión en Estados Unidos ha aumentado significativamente, según varios importantes bancos de inversión. El banco estadounidense Goldman Sachs ha revisado al alza su pronóstico, estimando una probabilidad del 45% de recesión en Estados Unidos en los próximos doce meses. Anteriormente, Goldman había estimado la probabilidad en un 35%.

Esta reevaluación forma parte de un movimiento más amplio entre las instituciones financieras: otros grandes bancos, como JP Morgan, también han ajustado recientemente sus evaluaciones. JP Morgan estima ahora el riesgo de una recesión, tanto en Estados Unidos como a nivel mundial, en un 60%.

Goldman Sachs atribuye el aumento principalmente al reciente endurecimiento de las condiciones financieras y a la creciente incertidumbre política. Estos factores han llevado a muchas empresas a posponer o incluso suspender por completo sus decisiones de inversión, lo que podría frenar significativamente el impulso económico. Según Goldman, es probable que la disminución del gasto de capital, en particular, sea más pronunciada de lo previsto.

La preocupación por una escalada del comercio internacional está ejerciendo una presión adicional sobre los mercados. Los recientes aumentos radicales de aranceles del presidente estadounidense Donald Trump han reavivado el temor a una guerra comercial global. Los analistas advierten que una escalada continua del conflicto arancelario podría poner aún más en peligro el desarrollo económico en Estados Unidos y en todo el mundo.

Hace apenas unas semanas, Goldman Sachs ya había elevado la probabilidad de una recesión en Estados Unidos del 20% al 35%. El reciente aumento al 45% refleja la creciente incertidumbre que enfrentan actualmente los inversores y las empresas.

En combinación con el aumento de los costes de financiación, la disminución de la confianza en la política económica y la presión de las tensiones comerciales exteriores, muchos economistas creen que el panorama general es cada vez más frágil. Si las tensiones comerciales se intensifican aún más o se aplican medidas proteccionistas adicionales, la economía estadounidense podría caer en recesión antes de lo previsto.

A pesar de las nubes que se avecinan, aún existe cierta esperanza de que los responsables políticos puedan tomar medidas para contrarrestar la crisis y evitar una desaceleración económica generalizada. Sin embargo, los acontecimientos recientes plantean dudas sobre si se tomarán contramedidas a tiempo y si serán suficientes para evitar una recesión.